Cigarrillos

Eran pasado las 11 de la noche, la lluvia caía fuerte, aun no obtenía pistas de su paradero, los cigarrillos ya se estaban acabando las opciones y los cigarrillos, decidí meterme a un bar a la vuelta de la esquina donde el trago quema la mesa en donde lo sirven, no tenia tampoco mucho dinero, así que no podía quejarme de los pocos lujos que me podía dar, al tomar asiento el cantinero me pregunta que es lo que quiero, le digo un boca del diablo, me tira un baso que pareciera que paso por todos antes que yo y sirve un trago humeante y desolador, pensaba donde la podría encontrar mientras el fuego recorría mi garganta para ver si alguna idea ensordecedora lograba despertarme de este letargo silenciosos llamado duda.

En el otro borde un tipo de mal aspecto, se acerca tosiendo y con voz grave me pregunta si tengo un cigarrillo, lo mire fijamente, tenia los ojos vidriosos y rasgados, como endurecidos con el tiempo y la pena de la perdida, lamentablemente ya me estaba fumando el último de ellos, le digo -"lo lamento pero el último que me quedaba"- el hombre levanto la cabeza en señal de desagrado total, ¡me toma por la chaqueta de manera sorpresiva y me dice -"¡¡¡ SIN CIGARROS YA NO HAY MAS SUEÑOSSSSSS!!!!!!!.... ¡¡¡ NO HAY MAS SUEÑOS!!!!!"- y sin pensarlo dos veces tomo la botella y la azoto contra mi cabeza rompiéndola en pedazos pequeños como mis preocupaciones en ese momento... después de eso desperté en mi cama, mamá tenia listo el desayuno, debía ir al colegio estaba retrasado... pero siempre tendré en cuenta que no me debe faltar un cigarrillo.