domingo, 24 de abril de 2016

En 10 años

Siempre mire hacia muchos lados tratando de encontrar orientación o guía, leí muchos libros acerca de muchos temas, pero nada en concreto, de hecho hasta el dí de hoy, si me lo preguntan, a mis treinta y un años, aun me cuesta definir hacia donde se dirige mi mundo. Pero la pregunta siempre es la misma, ¿que pasará en diez años? ¿que cosas diré?.

Cuando tenía once y estaba en plena edad de la pubertad, me imaginaba a mi siendo un profesional de la arquitectura, ganando mucho dinero, y que tendría muchos amigos, que estaría flaco y que tendría una bella mujer a mi lado, y si la suerte me acompañaba quizás una amante, la visual mas ingenua de todas. Cuando llegue a los veintiuno no había ni titulo, ni casa, ni auto ni nada de lo pensado; Tenia una buena mujer, pero yo ni si quiera era flaco. Cuando tenia quince pensaba que los veinticinco viajaría, conocería un montón de lugares, que el dinero alcanzaría, a los adultos siempre les alcanzaba, que tendría fiestas y conocería mujeres en todo momento. Cuando llegue a los veinticinco, con suerte había viajado a otra región de mi país, si iba a una fiesta tenía suerte, y por si fuera poco, mi delicadeza cavernaria no era muy bien vista por las chicas, así que ni eso tenia, del dinero, ni hablar, ya vivía solo, y tenia que hacer mil y un malabares para poder pasar a fines de mes, no se como mi madre lo hacia.

Pero cuando llegue a los veintiuno, no pensé jamás en lo que vi de mi a los once, si no, mas encima que uno es cabeza dura, mire mas adelante aun, pensé en los 30, que esa era la edad en donde podría llevar acabo todo, pero rápidamente pasamos a los 25 sin siquiera mirar atrás, y a los 25 seguía mirando los 30 como si de la última esperanza se tratase.

Hoy estoy a solo semanas de cumplir 31. y si, sigo sin dinero, sin poder viajar, sin poder estudiar y muchas cosas mas, buenas mujeres pasaron por mi vida y otras que no tanto, mis aventuras dejan quizás hasta mucho que desear, si puedo decir que bebo algo mas que antes, ya que si logre tener un lugar, un trabajo estable y dinero para mantenerlo, a pesar de que sigo haciendo imposibles para terminar el mes.

No todo fue tan malo, ya que ahora digo las cosas al revés, si tuviera veinticinco haría ejercicio, si tuviera veinte, cuidaría a esa chica guapa con la que estuve en vez de engañarla, sería honesto conmigo mismo. si tuviera quince no desaprovecharía los estudios, si tuviera once, bueno... Si tuviera once jugaría un montón conociendo gente en vez de haberme quedado encerrado como lo hice viendo porno, si tuviera 5 jugaría mas todavía, por que ahora miro para atrás la vida y veo que se ha pasado demasiado rápido. que múltiples heridas nos dejo, que muchas conversaciones no acabaron. Pienso como aprovechar mas el tiempo pero no se me ocurre como.

Ahora, si se algo, que cuando tenga cuarenta... espero que todo sea como lo pienso en mi cabeza, si no le podré el hombro nada mas.  

miércoles, 13 de abril de 2016

Nubes

Siempre miras hacia el cielo, ves el horizonte, vez las estrellas, ves el infinito, pero ahí placida, relajada y sin prisa pasa ella, la que enceguece todo a su andar, pero le da un toque de candidez, un toque de ternura a ese vacío que llamamos cielo.

Increíblemente pueden pasar tres días donde te imaginas algo que yo vivo ahora, ahora estoy sobre esa nube, revolcándome sobre las aguas y mirando el fondo lejano, donde el dolor de las personas habita. miro con fervor a esa nube que me lleva y me hace subir y bajar sin parar, sin pensar en el mañana, sin poder sentir fatalidad alguna, me hace bien, me hace fuerte, me hace un gigante entre enanos, el tuerto rey en el país de los ciegos. ella es inconmensurable, incandescente, pero sobre todo, hermosa, lleva esa pasividad a mi vida oscura, Me acerca a la luz y a la duda de mi mismo, sobre si yo realmente debo estar ahí con ella, ¿debo realmente sentirme tan bien?, ¿debe sentirse tan genial?, la verdad es que no lo se, no tengo ni la mas mínima idea, pero sin embargo poco importa, solo quiero quedarme en esa nube, espantar sus vientos, y navegar con ella y ver aquel horizonte que se presenta.

Los limites no existen si voy arriba de ella, pero tristemente, ella también tiene su vaivén, tiene su devenir como si de un apoteósico sueño se tratara; no quieres despertar jamás, pero sabes que en algún momento ella sola dirá si quiere llevarme o no, puede irse cuando ella quiera y me aterra profundamente, sin embargo, esa pelea tratare de darla con ella, pero peleare por ella para que nada le pase, así nada la aleja...